Distancia: 3,97 km
Desnivel: 70 m .
Tipo: Circular.
Dificultad: Fácil.
Accesibilidad: Accesible tanto para barras direccionales como para joëlette.
A tener en cuenta: Es posible ampliar la ruta ya que hay variedad de rutas.
RECORRIDOA tener en cuenta: Es posible ampliar la ruta ya que hay variedad de rutas.
0,000: Iniciamos la ruta desde el parking de la Rue d´Armatonde de Hendaia y nos mantenemos por la carretera en ascenso.
0,400: Una vez en la rotonda iniciamos el descenso por la margen izquierda.
1,100: Llegamos a un cruce donde giraremos a la izquierda así dejando atrás el asfalto y entrando en terrenos de la Abadia. A partir de aquí, y después de ir de frente en el siguiente cruce, escogeremos la ruta que más nos agrade. Por nuestra parte hemos bordeado toda la península.
3,800: Habiendo visto los terrenos, volvemos a nuestro punto de partida girando a la derecha en el punto de información de Larretxea.
3,970: Terminamos la ruta volviendo al parking inicial
CULTURA
ANTOINE D´ABBADIE
Científico y promotor
euskaldun nacido en Dublín, capital de Irlanda, el día 10 de enero de 1810, de
padre vasco y madre irlandesa.
Su padre era originario de la villa de Arrast (Urrustoia, Zuberoa). A los
tres años de edad va con su familia a Francia estableciéndose en Toulouse donde
cursa luego sus estudios junto a sus hermanos Arnault y Charles. A los 19 terminaba
éstos especializándose en temas físicos.
A los 25 emprende su primer viaje al Brasil para estudiar el magnetismo
terrestre. Dos años más tarde viaja con su hermano Arnault a Etiopía y Alto
Egipto donde permanece hasta 1848. Allí fija hasta 900 puntos geodésicos
(Géodésié de la Haute Ethiopie, 1873). En 1849 regresa definitivamente a su
país instalándose a poca distancia de Hendaia en su finca Abbadía, antes
Arragorri.
De Etiopía había traído imponentes materiales relativos a múltiples ramas
de la ciencia y entre ellos un diccionario de la lengua amarina de más de
15.000 palabras (Catalogue raisonné de manuscrits éthiopiens, 1859). Estos y
otros estudios e investigaciones dan motivo para que se le otorguen premios o
se le nombre .delegado para realizar labores diversas de tipo científico por
varios países del mundo. Así vemos cómo en 1850 se le concede la gran medalla
de oro de la "Societé de Géographie" de France. En 1851 viaja a
Frederiks vaern (Noruega) para observar un eclipse de sol; al año siguiente es
nombrado Correspondiente de la "Académie des Sciences" de París; en
1860 viaja a Briviesca con idéntico objeto; en 1877 la Academia Francesa de
Ciencias le nombra miembro de la Asociación de Geografía y Navegación; en 1878
preside la "Societé Philologique"; cuatro años más tarde llega a la
isla de Santo Domingo para estudiar el paso de Venus por delante del Sol; al
año siguiente la gran Academia de la Historia de Madrid le nombra Delegado
Honorario. Pero es en 1885 cuando hace sus famosos viajes al El Cairo, Atenas,
Alejandría, etc. con fines científicos precisos. En 1892 es ya presidente de la
Academia de Ciencias y de la Sociedad Geográfica de París.
Toda esta agitada vida de estudios parecería, a primera vista, haberle
absorbido totalmente, pero no fue así. Las investigaciones científicas y viajes
los simultaneó con el cultivo de la lengua vasca y del cancionero, además de erigirse
en promotor de un vigoroso movimiento literario popular pues ya en 1853 había
fundado en Urruña (Laburdi) las Fiestas Euskaras, seis años antes de que los
catalanes celebraran su "Cortes de Amor", ya que hasta 1859 no vieron
restaurados sus Juegos Florales. Entre ambas instituciones, catalana y vasca,
hay diferencias notables que ya en 1897 destacaba Carmelo de Echegaray. Las
Fiestas Vascas organizadas por Abbadie, son complejas, pues tienen cabida en
ellas todos los factores de la civilización euskaldún. La poesía euskérica y la
lengua misma debían florecer, simultáneamente con los Juegos y Deportes
viriles, con las bellas canciones, los usos y costumbres forales, la fortaleza
física y moral del pueblo y la fe religiosa. De este tipo fueron todas las
fiestas que, posteriormente, se vienen celebrando desde 1853 bajo sus auspicios
y premios, tan bien elegidos, teniendo en cuenta la psicología del pueblo vasco
de su tiempo: la onza de oro y la "makilla" guarnecida de plata.
La Fiesta Vasca fundada en Urruña contenía, más o menos, estos factores
permanentes: alborada de txistularis, Misa Mayor con recepción y presidencia de
las autoridades, partido de pelota, a la mañana o a la tarde, banquete popular,
bertsolaris, juegos deportivos, concursos de ganadería o agrícolas y el
certamen literario, cantándose, en ocasiones, la pieza premiada por un coro
popular. De Urruña (1853-1863) pasaron a Sara (1863-1876), después a
Donapaleu (1877); a Nafarroa, Elizondo (1879) y Bera (1880); a Gipuzkoa, Donostia (1879), Oiartzun (1882); a Bizkaia, Markina (1882), Durango (1885);
y, finalmente, a Áraba, Aramaio (1899). D'Abbadie fue un euskaldún integral. Se
cuenta que solía entonar con particular cariño la canción, hecha célebre por
Garat, Aitarik ez dut "No
tengo padre".
Nos dice su biógrafo Iriart: "entre los decorados fastuosos de su
espléndido castillo de Urruña, adornado con inscripciones árabes y etíopes,
solía corregir con la dulzura que le caracterizaba, los errores que cometían,
alguna vez, sus visitantes cuando conversaban en su lengua materna".
Su espíritu proselitista, ya experimentado favoreciendo económicamente las
misiones católicas en África, hizo engranar a su movimiento al profesor
Darrigol, al Príncipe Bonaparte, a Inchauspe, al capitán Duvoisin, a Campión,
al padre J. Ignacio de Arana, a J. Manterola, a Pierre Loti, e indirectamente a
todo el mundo intelectual vasco de su tiempo. Abbadie murió el 19 de marzo de
1897 a los 87 años de edad. Sus restos fueron trasladados al castillo que había
edificado en Zubernoa, cerca de Hendaia.
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